LOS POLLOS SAGRADOS DE ROMA y LOS ARÚSPICES. (Craw. 489.2)

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LOS POLLOS SAGRADOS DE LOS ROMANOS Y LOS ARÚSPICES. (Craw.489.2)

(Por: correcamino).

La adivinación o conocimiento del futuro ha sido y es una de las mayores preocupaciones del hombre en todos los tiempos. Los medios utilizados para llegar a ese conocimiento oculto, han sido y son igualmente variados, llamativos o especulativos. Ni la Iglesia Cristiana se libra de ellos cuando trata de temas divinos sin conocer apenas el mundo que la rodea.

Deben de ser muy pocas las personas que no hayan oído hablar del oráculo de Delfos, de las sibilas, de los augures o de los arúspices. En épocas más modernas o tiempos actuales, de los echadores de cartas, sanadores, quirománticos, horoscopistas u onirománticos.

Pero aquí le vamos a dedicar nuestro tiempo a un solo grupo de ellos situados en la antigua Roma: “LOS PULARIOS”.

Eran una rama dentro de los arúspices en general, con categoría adivinatoria por debajo del augur y cuyo símbolo más representativo era el lituo o báculo, rama enrollada similar a la que usan los actuales Pontífices del Vaticano.

Los pularios eran en esencia los sacerdotes encargados de cuidar los “pollos sagrados” y de interpretar sus actos trasladándolos a las personas que sometían a sus ritos sus decisiones. La ceremonia consistía principalmente en liberar a los pollos (pulli) de sus jaulas y darles de comer una especie de torta (offa) observando el apetito con el que estos animales daban cuenta de la comida. Hacerlo con avidez era signo de buen augurio, pero el desprecio por la comida lo era de malo. Hay una anécdota que se narra por historiadores latinos sobre el general romano Marco Emilio Pulcher, el cual y antes de una batalla que había preparado minuciosamente durante la Primera Guerra Púnica (264-241 a. C.), decidió consultar a los “pollos” y ante la negativa de aquellos a comer, los agarró por el cuello y los tiró al mar diciendo: “si no queréis comer, al menos beber” y se lanzó a la lucha. Ni que decir tiene que perdió la batalla. Hay por ahí otras anécdotas en el que el camino recorrido hasta el piélago, lo hicieron los aularios por estafadores.

Otro símbolo muy usado en los rituales y en el reconocimiento de los sacerdotes augures, aparte del lituo, es el “praefericulum” una especie de taza o jarra con asa; ambos son usados frecuentemente en la numismática romana en multitud de monedas, dando así a conocer la relación del autor con destinos sacerdotales o una simbología adivinatoria. (No hay que olvidar el obsesivo carácter romano de la credulidad y la superstición. Todos recordamos los “Idus de Marzo” sobre Julio César, al que entre otros le advirtieron que el día antes de su asesinato, un pajarillo muy abundante en las Hispanias, donde había luchado contra Pompeyo, conocido por “reyezuelo” había sido atacado y muerto por otros pájaros cuando portaba una ramita de laurel en su pico).

Sin dejar el tema de la numismática, existe una moneda de plata (denario) del año 43 a. C., de Marco Emilio Lépido y Marco Antonio, que además de los dos símbolos más representativos de la adivinación está presente también un ave agachada y picando el suelo, que aunque la mayoría de los autores (Craw. 489.2) consideran que es un cuervo, nosotros no descartamos que sea uno de esos pollos sagrados.

No nos gusta alargarnos, así que vamos acabando ya, pero no sin antes mencionar el carácter especulativo, lucrativo y de engaño de estos sacerdotes a lo largo de toda la Historia. Ya Catón el Censor (234-149 a.C.), o el Anciano como era también conocido, se preguntaba, “cómo los arúspices podían mirarse a la cara sin que se les escapara una carcajada”.

Saludos. correcamino.

Muy curioso, algo sabía del tema, pero no tan amplio.

Salud.

Interesantísimo, paisano
La moneda en cuestión es ésta, pero discrepo que sea un pollo. El cuervo estuvo relacionado con la figura de los augures, era el emblema de la dignidad de augur.
Asimismo, fue uno de los animales consagrado a Apolo como símbolo de la presciencia o adivinación.

Gracias por enseñarnos.
Lo desconocía.

Así da gusto, que buena información, gracias!

Gracias Correcamino, muy interesante y ameno. Lo de la moneda no tiene pinta de pollo.

Gracias por compartir conocimiento e historia.
Saludos

- Por cierto, la palabra "pulario" (PULAR... ) me recuerda a "pularda" (PULAR...) que todos sabemos lo que es y que incluso alguna vez la hemos comido.

-Por otro lado es verdad que el pajarraco ese de la moneda no parece un pollo. Ese bicho tiene pinta de "sacarte los ojos". Ya conocemos el dicho: cría cuervos que ... no seas tonto, cría gallinas que ponen más.

- Gracias por vuestros comentarios de reconocimiento. Saludos.