Diario de una moneda... 1 Franco 1976. Proof

Buenas noches a todos. 
La verdad, siendo muy sincera y abriendo mi interior a vosotros, he decidido contar mi historia. Llena de desengaños y muy pocas alegrías.
Nací en 1976. Al principio de todo ví como una máquina me hacía nacer y al poco de ver la luz, me separaron de ella para no volver a ver nunca más a la que considero mi madre. ¿Es justo eso?, ¿quien me ensañaría a ser lo que tenía destinado ser? Se hace duro, bueno muy duro, el ver que te separan de ella. A los pocos segundos un señor con unos guantes blancos me cogió y me metió en una cápsula, aislado de todo ruido y aire exterior. Se oían las voces de mis hermanas que decían, ”mira esa, que suerte tiene, la cuidaran y la querrán toda su vida”. Pero yo, yo no tenía la culpa, es más yo quería ser una moneda al uso, es decir quería hacer aquello para lo que había nacido. Para ayudar a la gente a comprar sus cosas del día a día, para ayudar a un niño a ahorrar para comprarse sus zapatillas o juguete soñado.
Pero no, a partir de ese momento mi vida consistiría en estar en una cápsula encerrada. Me pusieron en una vitrina y a los pocos días un señor me llevo a su casa. Crecí viéndole cada día, él me miraba y de vez en cuando también lo hacían sus hijos pequeños. Pasaron años y años. Al final me acostumbré a verle y observar como iba haciéndose mayor y yo junto a sus hijos también, formando parte de su vida.
Pasaron lo años y empezaron a abrir el álbum cada vez menos y cada vez menos, un día oí la voz de sus hijos. Era extraño hacía meses que no veía a este señor con el que había crecido.
Sus hijos no paraban de decir “¿y que hacemos ahora con todo esto”, “cuantas monedas, solo hacen ocupar espacio”. A los pocos días, me sacaron del álbum y me metieron en una bolsa gigante con otras monedas asustadas como yo. No sabíamos que iba a pasar con nosotras. 
Nos llevaron en esa bolsa y nos separaron a los pocos días. No se que les paso a las otras, sé que a mí me metieron en otra bolsa junto con monedas que no había visto en vida y nos llevaron a un lugar donde se oían altavoces hablando, uno de ellos decía “Bienvenidos a Madrid”.
Allí me sacaron de la bolsa y ví a gente extraña, gente que no había visto en mi vida. Uno de ellos me saco de la cápsula y sentí de nuevo el aire en mi cuerpo. Acabé a los pocos días en una especie de mercado (así lo llamaba la gente) junto con otras muchas monedas. Veía mucha gente, mucha pero ninguno me miraba como me miraba mi antiguo compañero cada día. Sentía frío, física y emocionalmente. Sentía la indiferencia de la gente, me decían “esta bonita, pero es muy común” o “yo prefiero las de plata, la verdad”. Pasaron mucho días hasta que un chaval joven me miró con aquella mirada que me hizo recordar viejos tiempos. Me fuí con él a su casa y de nuevo estoy protegida del frío físico y emocional. De nuevo, me siento querida y apreciada, de nuevo vuelvo a ver una persona que me visita cada día con esa mirada de cariño, aprecio e ilusión. A parte también veo a su hija pequeña. Imagino le veré hacerse mayor y quien sabe... A lo mejor algún día dentro de muchos años, vuelvo a vivir otra aventura fuera de mi país, fuera de la gente que me aprecia... Pero siempre los llevaré en mi interior y serán parte de mi historia.






1 Franco Suizo 1976. 5.130 piezas en estado proof. 23,2 mm, 4,40 gramos. Cuproníquel

Bonita historia y moneda

Qué historia más chula compañero, a saber qué nos contarían todas nuestras monedas si tuvieran voz me encanta el diseño de los francos suizos que aún mantienen

Joee macho , me ha dado pena la jodida moneda

Muy emotiva la historia, muchas gracias por compartirla compañero.

Grande compañero y la moneda preciosa.
Saludos

:bravo:Impresionante moneda e impresionante historia, creo que mañana sacaré a todas mis monedillas para que se sientan queridas.

Cada día te superas eh? la moneda muy bonita, la narrativa excelente y profunda. No te acostumbres a mis halagos, que suelo ser muy crítico...

Una moneda preciosa arropada por una magnífica historia.

Tenéis razón en lo de que cada moneda encierra una historia. Bueno ya sabéis que a veces me gusta jugar con la hipótesis de como podrían haber sido esas mismas.
Como siempre he de decir que me ha venido la historia antes de ir esta tarde a realizar unos asuntos y la he escrito en un par de minutos jejeje (es lo que tenemos los locos ) 
Me alegra mucho de veras que os guste la historia, triste pero a la vez con ese toque de emoción e historia que la hacen ser un relato corto fácil de digerir, fácil de comprender y nos lleva a un punto de vista de nuestra colección diferente.
Un fuerte abrazo a todos amigos @Keko @AnthoLee @Carángido @JULEN @Mail @Jalomas @Armintza79 @Fredericus y @Benyusuf

Muy emotiva, demasiado , me daba hasta pena la pobre, esto no se hace a estas horas, que no voy a pegar ojo pensando en tu Helvetia  

Eres GRANDE, compi!!!

La moneda, muy bonita. El relato, triste, emotivo y encantador a la vez. Esta pobre suiza no te muerde como la belga, ¡eh!
Un abrazo.

. Entré porque pensaba que era una moneda de Franco, y me he quedado hasta el final, que grande eres joío

¡Enhorabuena por la moneda y por el emotivo relato!

Un cordial saludo.

historia.....moneda.....insuperable compañero¡¡¡¡

Menudas presentaciones. La moneda al final es lo de menos, estaba enganchado a la historia que me daba igual si fuera una rubia usada o un centavo de Lincoln...

Preciosa historia para una preciosa moneda enhorabuena

Os agradezco de veras vuestros comentarios tan amables jeje
Sinceramente, me vino a la cabeza que podía llegar a pensar una cosa inmaterial como lo es una moneda, que a veces sin quererlo forma parte de nuestra vida y nos llena de alegría y satisfacción, como ella (la moneda) nos observa desde su lugar en el álbum y ve como envejecemos a su lado y observa que algún día ella seguirá existiendo y nosotros no. Como no todos la vamos a mirar con la misma mirada, pues sobre gustos no hay nada escrito, y como pudiese sentirse ese trozo inmaterial de metal si alguna vez cobrase vida y tuviese esos sentimientos que albergamos los que podemos disfrutar y padecer de ellos.

Si, reconozco que es una hipótesis alocada y llena de muchas interrogantes, quizás algunas de ellas imposibles de realizar o tan siquiera poder pensar que puedan llegar a producirse. Pero las historias siempre tienen ese fondo de verdad, esa verdad traducida en como unos hijos que han visto la ilusión, esfuerzo, cariño y tesón que su padre puso en aquella colección y como sin ningún remordimiento, censura o sentimiento de pertenencia se  deshacen del trabajo de un trabajo que llevo años conseguir, de una colección de mucho tiempo, de unos recuerdos de estar junto a su padre en aquella habitación llena de monedas y verlas cada día.
Al hilo de esto, volver a felicitar también a nuestro compañero @REVERSO12 por haber inculcado esta afición a su hijo. Es probable que a sus piezas no les pase lo que a esta suiza, que fue querida y a la vez deshechada por aquellos con los que compartió su vida!!

Lo dicho, muchas gracias amigos @Ajuntachapas @Gobierno Provisional @Koldomi @Txabs @Blas de Lezo @Jacky y @Bujia