Pocas veces una moneda se ha utilizado (casi) como anuncio publicitario...
Los portugueses comenzaron la ocupación de la isla, entonces llamada Ceylán, y comenzaron a comerciar con las especias que allí se producían, especialmente canela. Les siguieron holandés y finalmente fueron los británicos los que en 1802 la convirtieron en colonia.
En 1830 el comercio de la canela había dejado de ser rentable, en cambio el consumo de café estaba en auge en Europa, por lo que se empezó a cultivar en grandes extensiones de la isla a partir de plantas que se habían introducido como ornamentales en el Real Jardín Botánico de Kandy. Pero en 1870 una enfermedad producida por un hongo (
Hemileia vastatrix) acabó con la práctica totalidad de los cafetales.
Tres años antes de este hecho, en 1867, un cafetero escocés, James Taylor, había plantado una pequeña extensión de 19 Ha con plantas de té (también procedentes del Real Jardín Botánico) en una finca de su propiedad cerca de Kandy, en el centro de la isla. Con la perdida de las plantaciones de café, Taylor y posteriormente otros muchos terratenientes vieron en el té la manera de continuar con sus plantaciones. Y en 1873 se enviaba a la metrópoli el primer cargamento de té producido en Ceylán.
En 2017 al cumplirse el 150 aniversario de la primera plantación de té, el gobierno de Sri Lanka acuñó esta moneda conmemorativa, con el "mensaje publicitario" de "Té de Ceylán. Símbolo de calidad".
La moneda de 10 rupias es de acero inoxidable, tiene un peso de 8,46 g y mide 26 mm.
KM#191


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