Henrietta Lacks: la mujer afroamericana a la que robaron sus 'células inmortales' para salvar millones de vidas

Qué mundo de imbéciles estamos creando. Se han salvado miles de vidas y hay que estar pidiendo perdón. Ella, de haberlo sabido, lo más seguro es que las hubiera donado y si no lo hubiera hecho, sería a ella a quien deberíamos insultar.

En América hay que ir pidiendo disculpas por todo ya, que comiencen ellos por pedirle perdón a las alemanas que violaron sus soldados tras la II Guerra Mundial, que pidan perdón por la bombas de Hiroshima y Nagasaki, que pidan perdón por Corea y Vietnam, que pidan perdón por echar ántrax en el metro de Nueva York, que pidan perdón por no tratar a soldados negros con sífilis a ver cómo evolucionaba... ¿Sigo?