Zapatero a tus zapatos. No es lo que parece.

Esta famosa locución, de uso corriente en nuestro idioma, fue pronunciada por el pintor griego Apeles de Éfeso, contemporáneo de Alejandro Magno, del que hizo famosos retratos, llegando a gozar de una privilegiada posición en el círculo de amigos del emperador. Su obra se ha perdido en su totalidad, pero las referencias de Plinio el Viejo y las reproducciones en frescos y mosaicos romanos nos dan una idea bastante exacta de su enorme talento.

Es el propio Plinio el que nos relata la anécdota. Apeles solía exponer sus enormes cuadros en el Ágora y, escondido tras ellos, oía los comentarios de la gente. Así, en cierta ocasión, oyó a un zapatero criticar unas sandalias mal ejecutadas, según él, pues les faltaban unas cintas. Apeles hizo caso de los comentarios del zapatero, retocó las sandalias y volvió a exponer el cuadro. Días después, el zapatero volvió por alli y, crecido al comprobar que el pintor había hecho caso de sus comentarios, se permitió juzgar otros detalles del cuadro. Apeles no lo dudó y, saliendo de detrás del cuadro, se dirigió al zapatero en los términos que nos ha transmitido Plinio: ”¡Ne supra crepidam sutor judicaret!”, que significa: "El zapatero no juzgará por encima de las sandalias" que nosotros utilizamos como "Zapatero a tus zapatos"

Dejo aqui un par de detalles de una de las obras más famosas de Apeles: se trata del mosaico procedente de Pompeya (actualmente en el Museo de Nápoles) que representa a Alejandro en la batalla de Issos persiguiendo a Dario.