Denario de Plaucila. CONCORDIA AVGG. Concordia estante a izq. Roma.

Aquí vengo con la segunda entrega de mi pequeño conjunto de piezas del imperio de Caracalla. Contaba en el post anterior que, tan pronto como alcanzó la mayoría de edad, a Caracalla lo casaron con Fulvia Plautila, hija del prefecto Cayo Fulvio Plauciano, primo hermano de Septimio Severo por parte de madre. La joven pasó por delante de varias candidatas ilustres gracias a la influencia de su padre, que había acumulado casi tanto poder como el mismo emperador. Plauciano no escatimó con la dote de su hija, que juzgaron en su día como equivalente a la de 50 esposas nobles. La fila de los carros con los regalos atravesaba todo el foro. En el banquete de bodas se sirvieron carnes de animales de dos los tipos, cocinados, crudos y vivos. En los juegos se mató, entre otras muchas bestias, a un elefante y se presentó por primera vez en Roma un “corocotta”, un animal salvaje que Plinio en su día describió como un cruce de lobo y perro o de hiena y león. Todo era poco para celebrar la boda de la hija del hombre más influyente de Roma con el hijo y cogobernante del emperador.

El relato clásico más completo sobre el ascenso y caída de Plauciano y su familia lo tenemos en Dión Casio, libros LXXVI y LXXVII. Dión era senador en ese tiempo y, por lo tanto, testigo de primera línea. Plauciano fue una especie de Sejano de finales del siglo II. Un personaje que, apoyándose en su parentesco con el emperador, escaló en el poder a base de pisar pies y cortar cabezas. Empezó con Emilio Saturnino, su colega en el pretorio, al que causó la muerte y destituyó a todos sus asistentes. Se erigió como único prefecto, con cargo vitalicio. Con esto se hizo con el control de los pretorianos y los usó para eliminar a todo aquel que se le ponía delante en su ansia de acumular cada vez más poder. Allí donde se le presentaba la ocasión se dedicaba a saquear el imperio, ante la ignorancia o el beneplácito de Septimio Severo. La influencia de Plauciano llegó incluso a eclipsar al emperador, hasta el punto de que sus estatuas llegaron a ser más frecuentes que las del emperador, incluso en Roma y entre las decretadas por el senado. Con el matrimonio de su hija y su nombramiento como cónsul, Plauciano, el hombre que se conocía todos los secretos Septimio, acabó poniéndose a la misma altura que el emperador e intentó superarlo. A Severo lo puso sobre aviso su hermano Geta, antes de morir. Al parecer, el miedo a Plauciano le mantuvo la boca cerrada, pero cuando la muerte ya le estaba rondando no tenía nada que perder.

El poder de Plauciano fue aumentando al tiempo que el aborrecimiento de Caracalla hacia su esposa. La acusaba de despilfarradora, infiel y promiscua y otras “cualidades” típicas de las mujeres imperiales. En consecuencia, el trato que le dispensaba, tanto en privado como en público, era bastante hostil y agresivo.  Plauciano y Caracalla chocaron frecuentemente por este motivo. Plauciano se dedicó a criticar la conducta y capacidades del joven co-augusto y bloquear todo aquello que se le ocurriese hacer. En 205, a los 17 años, harto ya de su suegro y su esposa, Caracalla le montó una conspiración que acabaría definitivamente con Plauciano. Convenció a tres centuriones para que declarasen que, junto con otros siete, habían recibido la orden de asesinar a Severo y a Caracalla, y presentaron como prueba unas cartas que supuestamente se les habrían enviado. Las pruebas y testimonios se le presentaron a Plauciano en el palacio, después del espectáculo del día de la fiesta de los ancestros. Este lo negó todo, pero Severo dio más crédito a su hijo. Cuando Plauciano se dirigió a Severo para defenderse recibió un puñetazo de Caracalla y fue asesinado por un guardia inmediatamente. Una vez que lo mataron cortaron mechones de su barba y se los enviaron a Julia Domna, con la que también tuvo un fuerte enfrentamiento, y a Plautila, que los recibió con gran dolor y mayor temor.

Los aliados de Plauciano fueron represaliados y a este y a su familia se les aplicó la “Damnatio Memoriae”. Sus muchas estatuas desaparecieron, y su nombre y figuras fueron borrados de todas las inscripciones y relieves. Todavía hoy podemos encontrar un interesante resto que da cuenta de esta y decisión parecida que vendría después y que me reservo para el siguiente post. Se trata del llamado arco de los argentarios, en Roma, un pequeño pórtico que dedicaron los cambistas del foro boario a Severo y su familia, y que hoy se encuentra incrustado en un lateral de la iglesia de San Giorgio, en el Velabro, entre el Palatino y el foro boario. En uno de los laterales de este arco hay un relieve de Septimio Severo, Plauciano y Plautila. Los dos últimos, como podéis ver en las fotos, están desfigurados y pulidos a conciencia.





A Plautila y a su hermano se les respetó la vida, pero fueron exiliados a Lípari, en la Eolias, donde vivieron con muchas estrecheces y sometidos a un continuo terror por sus vidas. Al morir Plauciano se divulgó el rumor de que había castrado a 100 ciudadanos romanos, con la intención de que los asistentes y maestros de su hija fuesen todos eunucos. Un chisme que contribuyó a hundir aún más la reputación de la chica. Al morir Severo, Caracalla se cansó de tenerla en el exilio y ordenó matarla. En alguna entrada que he consultado he visto que, al parecer, hay constancia numismática de que Plautila podría haber tenido un hijo o hija con Caracalla, pero no he sido capaz de encontrar la pieza en cuestión. Está la RIC IV 367, con Pietas sosteniendo un niño en el reverso, pero no creo que se trate de esta. En cualquier caso, de haber nacido la criatura, tuvo que ser asesinada y borrada de la historia como su madre.

No hay mucho más que pueda contar de Plautila y su padre. Las referencias que aparecen en la Historia Augusta, tanto en las vidas de Severo como de Caracalla, son escasas y telegráficas, como dando por hecho que el lector conoce la historia. Solo me queda mostrar la moneda. Espero que os guste.

Denario de Plautila, Roma, 202 dC.
Anv.: PLAUTILLA AVGVSTA, busto drapeado a derecha.
Rev.: CONCORDIA AVGG, Concordia en pie a izquierda son patera y cetro.
RIC IV 363b.
Peso: 3,04g.
Diámetro: 18mm.

Bonito denario de Plaucila, e interesante e instructivo post 

Precioso denario, con el encanto añadido de todas las emperatrices, y un post de muy grata lectura. Enhorabuena compañero.

Benyusuf escribió:

Bonito denario de Plaucila, e interesante e instructivo post 

Gracias Emilio! No sabrás por casualidad algo de la moneda de la que sale la supuesta hija de Plautila?

Ánimas escribió:

Precioso denario, con el encanto añadido de todas las emperatrices, y un post de muy grata lectura. Enhorabuena compañero.

@Ánimas

Una preciosidad de denario de una "emperadora" que tengo en mi lista de deseos! (deseos numismáticos, no me malpenseis ) Y, de nuevo, magnífica entrega del culebrón Caracalla. Cada día me va flipando más la historia de Roma

Precioso,a mi me han envenenado los denarios, pero este,además, esta muy bonito
Enhorabuena Sergio!!!

buen post y muy bonito denario 

Me encanta la pieza y la presentación

Fenomenal exposición para llegar a la altura de esta bella Plavtilla , enhorabuena y saludos.

Preciosa moneda y el relato se está convirtiendo en novela. Quiero más!!!

Saludos.

Precioso el denario y la presentación. Un saludo

Un denario con una conservación envidiable, muy bonito. Enhorabuena.

Su contexto y las intrigas que explicas muy interesantes, gracias por compartir.

Sergio_Orata escribió:

Benyusuf escribió:

Bonito denario de Plaucila, e interesante e instructivo post 

Gracias Emilio! No sabrás por casualidad algo de la moneda de la que sale la supuesta hija de Plautila?

Yo la única pieza de Plaucila con niño, es la que comentas de Pietas



https://www.imperio-numismatico.com/t155836-denario-de-plaucila-pietas-avgg-roma?highlight=plaucila

Benyusuf escribió:

Yo la única pieza de Plaucila con niño, es la que comentas de Pietas

Sí, esa es la que creo que se refiere, pero no la veo determinate para asegurar que tuvo esa hija que no aparece en ninguna fuente.

Saltes escribió:

Preciosa moneda y el relato se está convirtiendo en novela. Quiero más!!!

Saludos.

Me quedan tres piezas conectadas con esta historia y suficientes días de vacaciones. Espero sacar la siguiente antes de Navidad, si la fiesta lo permite .

A todos, me alegro de que os haya gustado

Bonito denario....enhorabuena...deseando ver el resto de la serie

Enhorabuena por tan completa y trabajada presentación. Ya es marca de la casa.

Disfruta la moneda, es muy chula.

Saludos.