Campo de concentración de Sachsenhausen

Todavía me quedan cosas que poner del viaje a Berlín.

Este es un campo de concentración cerca de la capital. Queda bastante poco de lo que fue en su día y la mayor parte reconstruido, pero las piezas del museo son originales.

El campo fue en inicio un centro de instrucción militar. Cosa curiosa, me encontré media moneda de 10 phennig del gobierno de Weimar (última foto), luego es de suponer que en ese momento estaba activo.

Posteriormente se reutilizó como campo de concentración no solamente de judíos, sino de disidentes, comunistas, gitanos y otros "indeseables" para los nazis. Finalmente continuó siendo campo de concentración soviético para encarcelar a nazis y cualquier otro ser andante que se les pasara por la mente estalinista. Vamos, que no mejoró.

Ahí van unas fotos.









































Los dibujos en la pared de las frutas y verduras son de uno de los reclusos que fue diseñador de dibujos animados para Hítler y que los rusos encarcelaron después. Hay efectos personales de los internos, dibujos, etc.

Se ven las salas de gaseo, la morgue, los hornos de incineración... Una preciosidad, vamos.

Este no es precisamente un museo para disfrutar como siempre os digo, es un museo para que no se les vuelva a ocurrir a los alemanes votarle a otro paranoico del estilo, ni dejarse doblegar por el otro paranoico, Stalin. Tal para cual.

Salud.

Aquí se habla de la Memoria Histórica y el desastre de la Guerra Civil, pero en Alemania se nota el trauma que aún padecen del nazismos, los judíos, de la derrota en la guerra y del pasado soviético en la Alemania del Este. No les gusta recordar estos hechos, pero los gobiernos se empeñan en estar continuamente recordándolo. Es más, allí ni se te ocurra decir nada a favor de los nazis o negar el Holocausto, que vas inmediatamente detenido y si eres extranjero expulsado sin derecho a réplica. Ya habréis visto en la tele hace pocos días de uno que, tras condenar la incursión de Hamás en Israel, se le ocurrió denunciar las atrocidades que están cometiendo los israelitas en Gaza. Inmediatamente le calló la boca el comisario para el antisemitismo. Hay uno en cada estado federado. A pesar de todo eso, ya nos advirtió un amigo de que no nos arrimáramos al barrio berlinés de Schöneweide en el que los neonazis campan a sus anchas.

Por cierto, desde este lugar se organizaban todos los demás campos de exterminio y fue la base de los experimentos médicos sobre los internos, sobre todo con los gitanos.