El 9 de diciembre de 1824, bajo la atenta mirada del gran cerro de Condorcuna, huaca sagrada de los indígenas andinos, las banderas de España, de la Gran Colombia y la República de Perú se encontraron en la pampa de Ayacucho, a 3.275 metros de altura. Disputaron la batalla más letal de todas las guerras de emancipación de la América española. En ambas huestes había familiares enfrentados y los oficiales les permitieron encontrarse en tierra de nadie.
Al menos 50 parejas se citaron en aquel limbo. El brigadier español Antonio Tur dejó su sable y marchó al encuentro de su hermano, Vicente Tur, teniente coronel del ejército peruano. Tras una breve disputa ambos se abrazaron y sollozaron un buen rato. Tras el combate que selló la derrota definitiva del Imperio español...