En el caso de ésta moneda, imaginarme el grupo de casas apretadas entre el río Guadalmedina y la falda del cerro de Gibralfaro, las factorías de pescado en salazón a la orilla del mar, entre lo que hoy es el Mercado de Atarazanas y el principio de la Calle Larios; las forjas a las afueras, cerca de lo que hoy es la Plaza de la Merced... Todo ello bajo su eterno sol y frente al azul Mediterráneo.