¡¡LA PESTE!!... Liard 1581. Piamonte.

Sabía de sobra, que aquellos no eran buenos tiempos para el Piamonte.
Sabía de sobra, que las miserias de aquella villa, pronto tendrían final, la muerte o la enfermedad, no era posible otra salida.
Sabía de sobra, que las casas de aquél a quien siempre consideró su barrio, estaban destinadas a la quema total por parte de las autoridades.
Sabía de sobra, que aquellos médicos llenos de largas mascaras, que sobresalían de sus caras, jamás los curarían a él y a los suyos.
Sabía de sobra, sí lo sabía, que la tétrica imagen de aquellos cuadros, había dado con ellos para llevárselos de la tierra y dejarlos en un lugar incierto.

Era no más de media tarde, el sol estaba apagándose entre algunas nubes, el tono rojizo que desplegaba sus últimos rayos parecía encubrir la sangre de aquellos a los qué nunca se pudo dar cura. La salvación era inviable, la esperanza nula, el rezo infructuoso lleno de lágrimas y sudores.
Todos los allí presentes sabían que más tarde o temprano la oscuridad sería eterna para ellos, que aquella luz por la que siempre  pelearon y sufrieron dejaría de brillar.

Era imposible no mirar al agua y ver el reflejo de la enfermedad en sus caras, no solo se notaba en el exterior de sus cuerpos sino en sus mentes, en sus pensamientos y sentimientos, aquélla de la que siempre huyeron les había atrapado.

Los soldados de Agustino Tizzone entraron finalmente por la noche, las antorchas prendieron las casas de madera, la oscuridad que se avecinaba sería precedida de la mayor de las luces nocturnas. Las madres lloraban desesperadas, los mayores se resignaban mientras rezaban de rodillas, los niños intentaban correr sin rumbo y total desconcierto, los jóvenes apenas peleaban y entre tanto griterío, tanto estupor, temor, pánico y conmoción se oía a lo lejos las palabras del sacerdote que trataba de apear del infierno a los que en aquel momento eran abrasados por el fuego.
Aquélla imagen tétrica de los cuadros, había cobrado vida y se había presentado en aquel triste lugar. 

Solo se podía mirar desde la lejanía que da la indiferencia a la muerte, sabiendo que aquellos eran los últimos momentos en los que la vida estaba presente. Solo era posible ver aquél infierno como el futuro lugar donde aquellos que portaban las antorchas pasarían el resto de sus días.
Finalmente, finalmente no quedo nada. Aquellos que sabían de sobra lo que pasaría, acertaron de pleno. Con más lágrimas en los ojos de las que se imaginaron pero a la vez, sintiéndose libres de aquella maldita Peste que acabó con ellos. 

Sabía de sobra, que la luz eterna jamas tendría aquel brillo y aquel aire que había al amanecer en la villa.
Sabía de sobra, que la libertad de la enfermedad tenía un precio muy elevado, solamente disponible para aquellos que lograron escapar al fuego falleciendo antes de que éste llegase.
Sabía de sobra, que al final todo acabó y solo quedó cenizas bañadas de sangre, utensilios ennegrecidos y algunas monedas negras, quizás en espera de una nueva ubicación lejos de aquel terrible infierno donde sus antiguos dueños no pudieron escapar al final del que todos y cada uno SABÍA DE SOBRA.



Un Liard de 1581 que apareció entre la masacre del barrio después del brutal acontecimiento.

Espero que os guste!!

Dedicado a todos los que creísteis que debía seguir haciendo cosas así!!

Por cierto, a qué villa te refieres, a Desana?

Buen relato e interesante pieza Siempre me ha impresionado ese cuadro "El triunfo de la Muerte" de Pieter Brueghel el Viejo.

Muchas gracias @Lanzarote y @Armintza79 me alegra que el relato sea de vuestro agrado!!

Lanzarote, en realidad es un pueblo imaginario, de los muchos en el Piamonte que durante el siglo XVI sufrieron la enfermedad.

Un fuerte abrazo a ambos!!

Gracias

Simplemente daros las gracias a ambos @Mail y @TirantLoBlanc me alegra mucho que os sigan gustando estos post-cuentos!!
Un fuerte abrazo!!

Magníficos, el relato y la moneda. Y sí, sé de sobra que no hay batalla posible.
Un abrazo.

Estupendo ambos, el relato y la moneda

Muchas gracias amigos!! Da gusto irse al trabajo sabiendo que os gusta (al menos es un poco... Como lo diríamos, menos duro jejeje)!!
Lo más importante amigo Gobierno, es que tu pedazo de historia me ha conmovido y a la vez ha despertado en mí ese sentimiento de envidia (buena eeh) que ha hecho que esta cabeza atolondrada que tengo se ponga en marcha jejeje, si no hubiese sido por esa pedazo de historia:
https://www.imperio-numismatico.com/t133219-jovellanos-y-fernando-vii-30-sous-mallorca-1808
Seguramente me hubiese costado mucho más sacar adelante esta que muestro aquí. Tú sabes muy bien que la competencia (sana) es muy buena a la hora de sacar lo mejor que tenemos dentro cada uno para crear post como estos!!

Un fuerte abrazo a todos!!

Buen relato de una mal época  y digna pieza 

Bonita moneda acompañada de una magnífica y dramática historia que relata unos acontecimientos impensables en la actualidad.

Muchas gracias @Benyusuf y @Fredericus 

Ben el abuelete de los denarios del otro día, tiene una cajita con piezas como esta, no siempre la mayoría de domingos son resellos, pero de vez en cuando aparece alguna curiosa como esta!!

Fredericus que razón llevas!! Pero en aquella época el fuego curaba todo lo malo, aún creyendo que las almas quemadas irían al limbo en lugar de ir al cielo o al infierno.

¡ Bravo por esa competencia ja...ja... !

Muy bonito y escaso vellón, pero tu "prensa de acuñar relatos" vale su peso en oro
por este tema compañero.

Un saludo.

Muchas gracias   @Ajuntachapas
Nos vemos pronto!!
Un abrazo!!

Qué magnífica forma de presentar una moneda.
Me ha encantado.  Lo he releído varias veces.
Muchas gracias compañero @10 pfennig

Bonito relato y moneda

Me alegra que os guste amigos @Rafikisan y @Keko
Intentaré seguir haciendo cositas como esta (si es que mi cabecita me lo permite jejeje)
Un abrazo!!

Maravilloso relato.

Muchas gracias @Nauzet me alegra que te guste!!
Un abrazo!!

Muy sugerente el relato, enhorabuena.

Linda moneda y post!!

Muchas gracias @Atticus y @numismatico2013