Su póstumo homenaje.

Raimon no paraba de leer los libros que le traía su padre de la librería cercana. Le encantaba el olor que desprendía la tinta impresa sobre las blancas hojas de papel, le transportaba a un mundo diferente antes incluso de devorar las primeras lineas del libro.
Con sus apenas nueve años, Raimon había aprendido y aceptado que los libros serían por siempre un gran compañero de viaje a lo largo de su vida. Sus amigos del colegio de curas donde estudiaba cerca de Amiens se reían de él pues éste siempre aprovechaba sus ratos de ocio para seguir devorando el libro que obrase en su poder y apenas hacía caso a los juegos (a veces demasiados brutos e inhumanos) con los que los demás muchachos pasaban las tardes.
El caso es que el último libro era muchísimo más interesante que el resto, le tenía completamente anonadado, aquellas paginas relataban un mundo diferente, un mundo lejos de su Francia natal, lleno de aventuras y una gran lección de como un señor y su criado podían tener una relación de amistad forjada a base de las vivencias de esas aventuras en lejanos territorios.
Era completamente una locura, aparecían trampas interpuestas por aquellos que deseaban que los protagonistas no consiguiesen su objetivo, aparecían medios de transporte en los que Raimon solo podía soñar con montar algún día como el globo o el tren y el barco. 
El libro era una pasada, no podía parar de leerlo. El autor de dicho libro era ya una celebridad en aquella Francia consumida por el agotamiento de la III República y su sistema cansado, añejo y poco esperanzador para las clases obreras e humildes. Sobre todo una Francia que consumía papel de periódico desde hacia años en pos de liberar y recuperar el honor, o todo lo contrario, según la editorial de este o aquél periódico, de un capitán del ejercito llamado Alfred Dreyfus.
Pero, volviendo a la rutinaria vida de Raimon con sus estudios y sus largas lecturas, decir que aquél fatídico día del 15 de marzo de 1905, acabándose el largo y congelador invierno, su padre le dió una de las peores noticias que aquél empedernido lector hubiese podido recibir. El autor del magnifico y trepidante libro que estaba leyendo acababa de fallecer. Las portadas de los periódicos abrían con el suceso "Julio Verne ha muerto".
Raimon lloraba desconsolado al lado de la chimenea de la cocina mientras sus padres y hermanos trataban de consolarle. Era imposible, jamás volvería a escribir repetía reiteradamente entre sollozos el muchacho.
Su padre, se entero por el periódico que la capilla ardiente del amafado escritor estaría en la misma localidad de Amiens, muy cerca de allí. Sin pensarlo cogió en brazos al muchacho y le montó en el carro que la familia poseía. Desde allí emprendió camino al lugar donde yacía el cuerpo de Julio Verne mientras le decía a Raimon que uno nunca muere cuando su saber, su historia y su recuerdo quedan plasmados en un libro, que su memoria harían de él el escritor mas grande a la altura de Cervantes o Shapeskeare, que nunca ninguno de aquellos a los que sus historias caló dentro de su ser, olvidarían jamas a esa persona capaz de inventar, entretener y enseñar que el mundo es un lugar maravilloso donde el saber siempre acabaría imponiéndose a la tozudez y al fanatismo.
Una vez en la capilla ardiente, entre lágrimas, sochozos y lamentos de los allí presentes, Raimon le entregó al ya fallecido escritor su paga mensual. Era lo único que en ese momento poseía, era su humilde póstumo homenaje, era su Franco de plata de 1905.

El Franco de Raimon...





Dedicado a la memoria de María Antonia.
Descanse en paz.

@David pon un lazo negro unos días.

Precioso relato el de Raimon y su Julio Verne, y más que oportuna y hermosa dedicatoria, amigo. Sin palabras.



Abrazo!

Bonito relato, como nos tienes acostumbrados. ¡Cuantos libros no se habran comprado con esos francos de plata!

Excelente relato compañero.




Descanse en Paz María Antonia.

Citación :

Dedicado a la memoria de María Antonia.
Descanse en paz.

@David pon un lazo negro unos días.

Que triste noticia... QEPD

Una preciosa moneda, acompañada por otro magnífico relato, para un más que merecido homenaje.

Fantástico relato, bonita pieza, para una mejor dedicatoria 

Bonito homenaje compañero, siempre me han parecido un bonito diseño el de la "sembradora", y tu relato me ha tragado de principio a fin

Muchas gracias señores!!
Me alegro que os gusten el relato y la magulladita moneda de 1 franco (aunque con el tono que ha cogido seguro seguro que a nuestro amigo @letondos le encanta ).

Un abrazo a todos!!

Entrañable relato para dar cabida a un sentido y merecido homenaje.
Un abrazo.

Gracias Gobierno

Bonito homenaje

Me alegro que os guste Socio y Georgy!!
Muchas gracias!!

No tuve la fortuna de conocerla aun asi dedicar mi más sincero pesame a familiares y amigos además de destacar el gran post del compañero ,chapó!!!

Muy bonito relato homenaje

DEP.

buen homenaje

Maria Antonia DEP

Bonito homenaje DEP

Gracias señores  a todos!!

Un fuerte abrazo.

Emotivo relato para un sentido homenaje.

Muchas gracias amigos!
Mario me alegra verte por la sección.
Fredericus, creía que la era la mejor manera de realizar una última dedicatoria.

10 pfennig escribió:

Muchas gracias amigos!
Mario me alegra verte por la sección.
Fredericus, creía que la era la mejor manera de realizar una última dedicatoria.

ii

Totalmente de acuerdo. Además, creo que escogiste la moneda perfecta para ello.
Un abrazo.