Manipulación digital de Piezas

Hoy os voy a hablar de algo que tiene que ver con las monedas, pero para cuando exactamente no lo son de verdad o de cuando lo quieren ser sin serlo, es decir, hablo de las manipulaciones. Por todos es sabido que uno de los mejores métodos para comprobar si estamos tratando con una pieza manipulada es ponerla en manos de un experto, y bla, bla, bla, pero siempre será así, cuando podemos tener al alcance la pieza y luego disponer de la cercanía y del dinero para realizar una certificación. Pero, ¿qué sucede cuando la pieza no está a nuestro alcance?, o lo que es lo mismo ¿qué podemos hacer cuando el acceso a la pieza es estrictamente visual?


Aquí en el foro (como fuera de él), es muy habitual que se solicite peso y diámetro ya de inicio, puesto que de ese modo y en caso de encontrarnos con variaciones algo exageradas en esos dos parámetros podamos descartar (a la vista de otras dudas o sin ellas) que dicha pieza se encuentra claramente fuera de los rangos de fabricación real. En este caso, hablamos de un problema físico o de una manipulación sobre la propia pieza, en la que el grado de destreza de dicho trabajo pueda dar con certezas o incertidumbres (que afortunadamente suele ser esto último en la mayoría de los casos) gracias a la singular y muy buena experiencia de muchos por aquí.

Sin embargo, existe otra manipulación, cuyo método genera resultados bastante más complicados de detectar, porque no inciden directamente en la pieza (que también podría ser) si no que lo hace en la digitalización “de la propia pieza”, es decir, cuando estamos tratando con alguien que nos pretende mostrar una pieza por medio de referencias visuales (en forma de imágenes) desde la distancia, muy habituales por lo demás en portales de venta. En este caso, estamos hablando de piezas que pudieran o no tener esa alteración antes mencionada pero que irá sumado a la perfección visual de la pieza (falsa) pasada a convertirse en real o rara o escasa (según convenga la manipulación) en forma de imagen digital fija.



Dependiendo del grado de manipulación y del estado general de la imagen (la relación viene siendo más o menos así, aunque no matemáticamente): cuanta mayor es la calidad de imagen, más complicado será de esconder - y por consiguiente más fácil de detectar – lo alterado.

Existen varios modos de detectar esa alteración, edición, retoque o manipulación en cualquier imagen. Dichos modos nos devolverán resultados que serán directamente proporcionales conforme al grado de destreza empleado en la adulteración. Mayor complejidad, mayor dificultad. Afortunadamente las técnicas para realizar las comprobaciones no prosiguen un avance tan elevado como el propio avance tecnológico en el retoque, si bien es cierto que hay ciertos aspectos que siendo ocultos al ojo no lo son a la máquina. Algunos de estos métodos son (explicados sucintamente).

1. Análisis de "metadatos" - es decir, no sólo se refiere al estudio de los datos añadidos (Exif de imagen) sobre el documento fotográfico generado, sino que se aprovecha de aquellos que según haya sido la configuración de la cámara en el momento de la captura, podremos resolver que la fotografía deba tener una salida muy aproximada consecuente con esos parámetros establecidos. Es el primero de los pasos, en especial porque nos ayuda a intuir con que estamos trabajando. (En casos de poca destreza o despiste en el dominio de registro digital por parte del infractor, podría dar directamente con resultados directos).

2. Análisis de copiados – Se trata de una búsqueda por coincidencia de pixeles en zonas repetidas (clonado). Este método a un nivel avanzado de trabajo puede llegar a estudiar las frecuencias (cada imagen tiene una que la hace distinta a otra) de otras imágenes o de retales o trozos importados, que son más fáciles de detectar que los propios movimientos de pixeles dentro de la misma imagen, en especial cuando no hay excesivas zonas de corte en contraste. (En casos de poca destreza, podría ser percibido por una observación visual normal).

3. Análisis de ruido – (el que más me gusta) Se trata de un estudio (o test) de pixeles en variaciones de tonalidad (producto de cambios de frecuencia). Ataca directamente a la maravillosa escala de grises, el origen de toda imagen.

4. Análisis de luz/sombras – (el más evidente) Un simple estudio de reacción, relación y comportamiento de la luz (y por tanto de las sombras) en los objetos. (En casos de poca destreza, podría ser percibido por una observación visual superficial normal).

5. Análisis de niveles – (el que más uso) Es un rastreo por bloques de pixeles que por distintos niveles de intensidad y compresión, podría dar con inconsistencias de artefactos añadidos o alterados de contraste dentro de la propia imagen.

Si no entendéis nada de esto que os digo, y no sabríais ni el cómo empezar a hacerlo, dado que será necesario que tengáis ciertos conocimientos de inglés y en algunos casos también es recomendable cierta sabiduría de imagen digital – pues acostumbran a ser procesos tales como remuestreos, equalización de histograma, estudio de niveles de ampliación de tono/color/contraste … y que aunque tienen cierta traducción como acabo de hacer, originalmente han sido creados por defecto en ese idioma y su terminología, tanto para saber que realizan esos procesos, como para descubrir y estar seguros si son o no errores, de modo que se pueda comprender bien a que se refieren los resultados.


En la imagen anterior se aprecian distintas pruebas realizadas sin orden concreto (sobre ruido/clonados, sombras, frecuencia, niveles ...) tras la manipulación terminada, con el fin de determinar el rastro de la manipulación (Nota: No hay resultado a cosa hecha, como no hay manipulación a sabiendas del test posterior) Se observa con cierta claridad la "zona afectada", pero lo dejo a vuestro ojo.

Insisto, si esa literatura de arriba es chino, olvidad lo dicho y pasad por debajo de esta foto al texto importante.


Pero fuera de todos esos tecnicismos, y a lo que voy con esta parrafada para estar en manos de todos la solución, existen métodos extremadamente sencillos que podrían ayudarnos de un modo más que evidente a dar con evidencias sobre una pieza digitalmente manipulada.

1. Solicitar al poseedor de la pieza que nos facilite distintas fotografías (no sólo una) dado que eso obligaría al infractor a tener que realizar la manipulación en varias ocasiones. Hay que extremar cuidado de observar que las imágenes añadidas no sean “recortes” a distintas alturas de la imagen original. Observaremos tanto el tiempo transcurrido entre la solicitud y la entrega (mayor tiempo, mayores sospechas por tiempo de reacción a la manipulación masiva) y estaremos atentos a la negativa en la solicitud.

2. Otra fantástica idea unida a la anterior es, solicitar al menos una imagen con una inclinación de plano, es decir, que la imagen se encuentre en perspectiva. En este caso, el autor de la fechoría deberá extremar su cuidado a la hora de la manipulación, y por tanto realizar con una mayor destreza la difícil gestión de manipular en oblicuo que sobre plano, si bien es cierto que también se hace necesario un estudio más avanzado de análisis, suelen tornar en manipulaciones francamente evidentes en una exploración visual superficial por cualquiera. Estaremos atentos nuevamente a la negativa, al tiempo de espera.

3. Un modo fabuloso de encontrar a un mentiroso manipulador digital es, solicitar un video de la pieza, que aunque también son manipulables y editables, la destreza para ello (al igual que con las imágenes en perspectiva anteriormente mencionados) no está al alcance de cualquiera.

Hablando de manipulación de vídeo, mirad este que abajo adjunto. No deja de ser una preocupación e incógnita a la que se dirige este tipo de manipulaciones multimedia, denominado “falsos-rostros o intercambio de caras” o “manipulación-profunda” que derivará posiblemente (algo a lo que el cine ya recurre desde tiempo atrás con la mejora de los efectos especiales y que incluso en la telefonía móvil ya hay aplicaciones sobre ello) en desconfiar hasta de nuestras sombras y que hará necesario de un método certificado de autenticidad visual más pronto que tarde, algo así como una marca de agua, como se conoce en sí misma y ya conocemos de ciertas monedas o billetes.


Ningún manipulador echará tres o cuatro horas de trabajo para sacar cortos beneficios de su labor, salvo que una única manipulación puede convenir a un lote elevado de piezas. No obstante, bien es cierto que en muchos sitios web existen dificultades para incrustar vídeos, dada la necesidad de alojamiento. Nada se debe descartar, ni siquiera un envío por privado. Estaremos atentos nuevamente a la negativa de disculpa.

Aquí hay que observar un detalle: “no todo movimiento es video” es decir, habrá que solicitar igualmente que la secuencia - por breve que sea y que deba incidir en la parte importante – lo haga de un modo envolvente, es decir, que el movimiento de la cámara refleje a todas luces en la grabación que se trata de un movimiento en vivo, de otro modo el vídeo bien podría ser un movimiento lineal sobre una imagen fija retocada, es decir, lo que viene siendo un travelling o desplazamiento óptico, o un paneo o movimiento panorámico, sobre un plano o fotografía fija.

Espero saquéis alguna idea de este tostón.
Saludos

Lo primero es darte gracias por el aporte.

Efectivamente la primera parte para los ajenos de estos conocimientos es complicado de seguirte, aunque la foto aclara mucho y deja bien claro la manipulación.

Para los que tampoco manejamos el inglés no entendemos el video pero sí se intuye lo que quiere decir.

Sí se entiende la segunda parte y nos ayudaría para una posible compra de una pieza especial.

Saludos y lo dicho, gracias por el aporte.
Manzanarescr

manzanarescr escribió:

Lo primero es darte gracias por el aporte.

Efectivamente la primera parte para los ajenos de estos conocimientos es complicado de seguirte, aunque la foto aclara mucho y deja bien claro la manipulación.

Para los que tampoco manejamos el inglés no entendemos el video pero sí se intuye lo que quiere decir.

Sí se entiende la segunda parte y nos ayudaría para una posible compra de una pieza especial.

Saludos y lo dicho, gracias por el aporte.
Manzanarescr

Llevas toda la razón, ahora que leo mi propio discurso, se hace complicado de seguir.

Muchas gracias
Saludos

Tu artículo es muy interesante @Ric.

Cada vez es mayor la frecuencia con la que ciertos vendedores manipulan en las fotografías los defectos en piezas, que por lo general, no suelen suelen ser baratas. Una vez hecha la compra viene la queja del comprador "no es la moneda de la foto..." y al reclamar se obtiene el silencio como respuesta.

Lo que con más frecuencia me encuentro es la foto desenfocada, así se esconde mucho. Si pido fotos con mejor calidad y dan excusas, ahí acaba la compra. Ante cualquier atisbo de sospecha, no comprar.

Cierto es que tu decálogo a la mayoría de los mortales nos suena a chino pero también puede ser la base para ahondar en esos conocimientos para que en un futuro no nos den gato por liebre.

Gracias por contribuir con tu tiempo y conocimientos.

Un saludo.

Gracias a ti @indaloxes por tus generosas y acertadas palabras.

Saludos