Museo Altes, Berlín

Pues ayer mismo llegué de pasar una semanita en Berlín y como no puede ser de otra forma, me pegué una pechá de museos que casi me vuelvo tonto (más aún ). Es impresionante lo que tiene esta gente y luego nos quejamos de los británicos... Como es normal no tuve tiempo de verlo todo, pero sí bastantes cosas además de disfrutar de la gastronomía local, como de costumbre.

Ha sido un viaje algo accidentado porque, entre otras cosas, los alemanes es cierto que tienen la cabeza cuadrada y en un paso de peatones, de noche y sin apenas gente ni coches en la calle, a la mitad se me puso en rojo (todos los semáforos de pasos de peatones duran poquísimo) y esta gente no espera, se te echan encima, así que terminé aterrizando en la acera con algunas lesiones y una mala leche encima que no me aguantaba. Para colmo otro de los días me picó una avispa en la nuca y es que hay millones de avispas en Berlín. Pero bueno, esto fue poca cosa que no arreglara una cremita de corticoides.

Empecemos con el Altes Museum, en la Isla de los Museos, que bien puesto tiene el nombre.

Para empezar, el edificio es impresionante. Además, en el centro, hay una sala circular con un dibujo en el suelo que te desorienta. No conseguí estar más de un momento en el centro, te mareas y tiendes a caerte. Te da la sensación de que estás en un hoyo y que la solería se mueve.



Contiene colecciones privadas que han ido donando al museo, además de piezas que siguen comprando en los mercados internacionales del arte. También vi algunas piezas que por el apellido y la fecha de adquisición, pertenecieron a judíos. No sé si es que de las incautaciones que hizo Hítler no se las devolvieron a los herederos o es que murieron todos y ahí quedaron.

Este museo consta de dos plantas, la inferior, dedicada al arte griego y la superior al etrusco y al romano. Os sorprenderéis de las fantásticas piezas que guarda y que conste que como siempre ni lo fotografío todo ni pongo todas las fotos que hice, solamente lo que considero más espectacular.

Ahí va una buena ruflá:





















































































Espero que lo disfrutéis.

Otro día, más.

Salud.

QUE BIEN VIVES!!!!

Espectacular!!!

REVERSO12 escribió:

QUE BIEN VIVES!!!!

Espectacular!!!

Ya estoy viejo para sufrir y ahorrar.

Es impresionante la cantidad de estatuas completas (con sus manos y cabezas). La del perro rascándose es maravillosa, los retratos increíbles, dos mil años después me recuerdan a algún amigo.
De la comida no opino, prefiero las frituras de pescado de El Ancla, la carne en salsa del Güejareño, la sangre frita del Guillermo o el choto al ajillo del Poli, en Güejar Sierra.

Un saludo y a seguir viajando, que el mundo es muy grande y se aprende mucho.

No vayas a hacer como unos que conocimos que solamente comían en restaurantes españoles o italianos. A mí me encanta la comida de mi tierra, pero cuando viajo, prefiero probar sus comidas.

Esto es algo de lo que comimos en este viaje:











La mostaza de la última foto, la mejor que he probado en mi vida.

Aunque también hubo de esto:



Y hasta de esto en un pub de chinos:



Que se ve que aún no le han cogido el truco a las proporciones y estaban con más ginebra que tónica.

Me alegra tan excelente pieza como la del perrete, igualito a la mía, y de paso, denos usted nombre y apellidos de esos sitios recomendables, que ya hay que preparar algo para descansar de los museos, e ir comiendo medio bien. Gracias de antemano.

Pues aquí tienes un par de ellos:

Markthalle Neun. Es un mercado en el que tienes puestos de frutas y otras cosas, pero sobre todo puestos con comida de todos los tipos, alemana, italiana... Compras en donde quieras y te buscas una mesa en donde puedas. En ese mercado me sorprendió mucho encontrar chirimoyas, mangos, aguacates, pitahayas y... ¡chumbos! Mercados como estos hay muchos en Berlín, si pasas por la puerta, entra que descubrirás sitios estupendos y con buenos precios, te lo garantizo.

ERDINGER am Gendarmenmarkt. Junto a las "dos catedrales". Un restaurante fino con muy buenos productos alemanes.

Trattoria Peretti. Junto a la Isla de los Museo. Unas pizzas estupendas y enormes que no nos pudimos acabar.

Tapas Berlin El Colmado Alexanderplatz. Por si te entra nostalgia por el jamón serrano y el queso manchego con una Estrella Galicia. No soy aficionado a comer español fuera de España porque me gusta probar las comidas autóctonas y en este entramos porque conocimos a un matrimonio que se empeñaron en invitarnos a unas cervezas con jamón. Estos decían que cuando viajan solamente comen en restaurantes españoles o italianos. Pues no saben lo que se pierden.

Eden. cerca de Alexander Platz. Restaurante vietnamita que se convierte en pub cuando acaba la gente de cenar.

También comimos en un japonés (junto a la estación de Henriette-Herz-Platz) que no nos gustó, en un español por allí cerca que tampoco y por supuesto en más sitios que no recuerdo exactamente dónde eran porque son de los que encuentras al pasar por una calle, te gusta el aspecto y entras.

Como es lógico hay miles de sitios, eso sí, como no sepas inglés, estos teutones tienen poca paciencia y aunque sepan español, les cuesta arrancarse.

Nosotros es que además de monumentos y museos hacemos turismo gastronómico.

Que los disfrutes.