A mí me salió más barata, jejejejeej
En un instituto donde trabajé la conserje me dijo que había heredado un tarro lleno de monedas de 50 céntimos. Yo le comenté la existencia de esta moneda y se dedicó a buscarla.
Por suerte encontró 3 o 4 y tuvo la delicadeza de regalarme una. (Vaya salto de alegría que di, jejejeje)