Hola a tod@s, hoy quiero mostrar otro “Cuarto” dominicano que se ha incorporado a mi colección y que se une a otras piezas acuñadas en Santo Domingo que he logrado reunir con los años. Cabe señalar, la carga histórica de ser de
las primeras monedas que se acuñaron en el Nuevo Mundo y, además,
importantísimas en el contexto numismático de mi tierra. Se trata de
4 Maravedís acuñados en
Santo Domingo a nombre de los
Reyes de España Carlos I y su madre Juana I de Castilla.
Real Cédula: Promulgada el 2 de Noviembre de 1536, por el que, además, se acordaría la leyenda “genérica” que debían tener estas acuñaciones, rezando “KAROLVS ET IHOANA REGES YSPANIAE ET YNDIARVM”.
Nominal: 4 Maravedís
Periodo: 1542-1555
Ceca: Santo Domingo del Puerto; “S-P” (antiguo Virreinato Nueva España) en la isla denominada “La Española”. Actualmente es la capital de una de los 2 Estados que integran la isla (República Dominicana)
Peso: 2,6 gr (aprox.)
Diámetro: 25 milímetros (aprox.)
Metal: Técnicamente deberían ser acuñadas en vellón, con una ley de 7 granos (24.5 milésimas) y una talla de 24 piezas en marco (9.58 gramos), de acuerdo al patrón impuesto desde la península, pero debido a la escasez de plata y a la picaresca de las autoridades locales, terminaría siendo de cobre, de unos 3 granos de ley (10.42 milésimas) y un peso totalmente variable, motivo por el cual se acabaría prohibiendo su entrada a la España peninsular algunos años después.
Ensayador: Siglas “F” (Francisco Rodríguez: 1541-1559)
Técnica: Acuñación a martillo.
Estado de conservación: BC+. A nivel general es buena para el tipo, debido a que circularon muchísimo tiempo por diferentes territorios de la Corona hispánica y fuera de los mismos. Ambas caras, presentan un desgaste ciertamente uniforme, con algunas zonas de “vanos” y las leyendas prácticamente ilegibles para este ejemplar en concreto. Se aprecian pequeñas zonas de color terroso, en torno a algunos detalles de la iconografía, además del borde superior ligeramente doblado sobre el reverso (12h). Sobre esto último, distintos ejemplares analizados han puesto de manifiesto que se trataría de las zonas donde estas monedas fueron sujetadas con tenazas, para poder estampar el o los resellos correspondientes. Se detecta, además, una grieta en la parte inferior de la pieza (5h), visible en ambas caras. Ambos resellos, estampados en el reverso, de forma paralela y visible parcialmente.
Variantes: Para este caso concreto, la moneda presenta el valor nominal (4 Maravedís) en números latinos (“IIIIo”) en el lado derecho del anverso. A nivel general, se evidencian otras variantes sobre la disposición de las siglas “SP”, así como la tipología de la letra “S” o su valor, como mencionamos previamente, en números latinos o arábigos. Además de la inclusión de círculos, puntos y flores en distintas zonas del campo o el centro de la pieza.
Resellado: Esta pieza presenta 2 resellos bien diferenciados, ambos estampados en el reverso de la pieza. Empezamos por el más “antiguo”, la “llave gótica” que tenemos dispuesto verticalmente sobre la columna izquierda, realizado entre 1576 y 1577 por orden de la Audiencia de Santo Domingo para rebajar el valor de los “Cuartos” dominicanos, pasando de 4 Maravedís (como rezaba su valor facial) a la mitad, 2 Maravedís. Se sabe que existen unas 6 variantes documentadas de este resello y, dado que el valor que recibían estas monedas debía corresponder al metal en la que eran acuñadas, se resolvieron de forma parcial 2 problemas a la vez, el descontento social en la isla y una aparente “equiparación” con el numerario Real. El segundo resello es posterior y tiene forma de “hoja de palma”. Esta contramarca surgió a raíz de las primeras operaciones de resellado en Canarias, realizadas en 1559 y, posteriormente, retiradas por orden Real. No obstante, este resello se cree que se realizó posteriormente al año 1577, posiblemente, ya empezado el siglo XVII, como respuesta de las autoridades de la isla de Gran Canaria para tratar de hacer frente a la ya endémica falta de circulante en la isla, además de limitar su uso dentro del territorio. Esto último, se sustenta en la existencia de varios ejemplares con ambos resellos, al menos 3, incluyendo el que aquí se muestra, de los que uno de ellos, se localizó en el enterramiento de la Finca de Clavijo (Guía, Gran Canaria), datado entre el siglo XVI y principios del XVII, de acuerdo con las pruebas realizadas, poniendo de manifiesto que este segundo resello se realizaría después del primero, con forma de “llave”, en 1577.
Como dato curioso, el escudo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria mantiene hoy en día, el diseño que muestra este resello, del que ya compartí otro ejemplar hace unos años, mucho mejor que éste en cuanto a detalle se refiere, con la hoja de palma en la parte central del escudo. Finalmente, y no menos importante, la mayoría de los ejemplares documentados presentan el resello en torno a las columnas de Hércules (reverso) y muy pocos lo muestran en el anverso.
Grado de rareza: Muy rara (“RR”). Ya no por la moneda en si, bastante “corriente”, sino por los dos resellos que porta, especialmente, el vinculado a la isla de Gran Canaria.
Referencias bibliográficas: “KM# 00S-SD1”, “Cal# 35 bis”, “De Mey 830”, “El Nacimiento de la Primera Moneda Canaria” (2016) de García González, J.A., “Las Monedas de las Islas Canarias: la “bamba” (2ª edición, 1995) de Lorenzo Arrocha, J. M. y “Canarias, Monedas y Resellos. Siglos XIV-XVIII” (2022), de Santiago M. Medina Gil.
Reinado: Carlos I y Juana I de Castilla (1516-1555) para la moneda, además de los “Felipes” para los resellos de referencia.
Anverso.: “
CAROLVS • ET • IOANNA” alrededor de un círculo. En su interior, “
Y” (en el centro), “
Fo” (izq) referente al ensayador y “
IIIIo” en alusión al valor (dcha). Grieta a las 5h.
Reverso.: “
REGIS • ISPANIARVM • ET • IND” alrededor de un círculo. En su interior, “I I” coronados relativos a las columnas de Hércules y, a ambos lados, “
S P” en alusión a la ceca (Santo Domingo). Resellos en forma de “llave gótica” (Santo Domingo) y “hoja de palma” (Gran Canaria). Grieta a las 5h. Borde superior ligeramente doblado (12h).
Otras observaciones: La pieza presenta los típicos defectos de las primeras acuñaciones del Nuevo Mundo y, este ejemplar en concreto, parece haber resistido al paso de los siglos e incluso, conserva una tonalidad marrón atractiva. Cuando admiramos esta pieza nos sumergimos en los tiempos del descubrimiento de América, los viajes de Cristóbal Colón y la expansión por el continente a manos de los grandes conquistadores que dieron gloria y riquezas al Reino de España en su camino a convertirse en el mayor imperio que ha visto el mundo, un imperio en el que “nunca se ponía el sol”.
Especificidades: La pieza que ilustra este hilo presenta entre las dos columnas de Hércules, de forma clara e indudable, el resello grancanario con una “hoja de palma”, cuya tipología, por el momento, adolece de evidencia documental explícita debido a varios factores que menciono en el artículo de prensa incluido al final de esta ficha. No obstante, Santiago M. Medina Gil parece haber encontrado parte de esta información “perdida” analizando minuciosamente documentos de la época y que publicará, próximamente, en un nuevo trabajo.
Dicho esto, también se ha localizado una licencia, fechada en 1579, por el que se le concede a la isla de “Canaria” autorización para cuñar “vellón”, pudiendo ser un dato clave para este resello en particular. Cabe señalar que se han encontrado ejemplares en dos enterramientos en la isla de Gran Canaria, por lo que, en base a lo mencionado en el anterior apartado de “resellado”, se estima que se realizó después del resellado de 1578 y ya entrado el siglo XVII, correspondiendo este ejemplar a la mencionada isla y cuyo principal objetivo consistía en que tales piezas reselladas tuvieran “un curso interior”, aprovechando la abundancia de este numerario en Canarias, como puerta principal para la entrada en la Península. Igualmente, existen algunos registros de otras islas, como es el caso de Lanzarote y Fuerteventura, que sugieren la aceptación de estas monedas reselladas como medio de cambio, circulando junto con el numerario corriente en las transacciones cotidianas, a causa de la escasez de moneda fraccionaria.
Así, han aparecido en la vecina isla de Fuerteventura, monedas con una tipología similar, sugiriendo el uso de alguna variante de cuño en esta isla, imitando al resello grancanario. Algunos documentos de las autoridades majoreras por aquella época hacen alusión a la no aceptación de “cuartos” dominicanos “por no llevar palma”. No obstante y, en esta isla en concreto, circulaban “Cuartos” dominicanos con los resellos en forma de “llave” y de “ancla” de forma regular y a las que se referían como “Cuartos de Lanzarote”, “Cuartos de llave” o “Cuartos de horca”, según el caso. Cabe también señalar que otros autores, como J.M. Lorenzo Arrocha, consideran que este resello pudo ser, incluso, anterior a 1559, dado que en algunos documentos de época se menciona que "ya se había intentado el fenómeno del resello en la moneda sin mucho éxito en Gran Canaria y Sevilla".
Finalmente y, como mencione en el aparatado de “referencias”, hace algunos años realicé un pequeño trabajo de investigación sobre el tema y que ha sido publicado en el suplemento “La Prensa” del diario local “El Día” y que dejo a continuación para que podáis situaros en el contexto que caracterizó la creación de este y otros resellos en el archipiélago canario.
Mi artículo de prensa:
https://studylib.es/doc/6600365/el-nacimiento-de-la-primera-moneda-canariaResellos coloreados (reverso)“Hoja de Palma” y Escudo actual del Ayuntamiento de Las Palmas”Fuente (Escudo):
https://www.laspalmasgc.es/es/Espero que os guste!
Saludos.